Hace mucho
tiempo en el pueblo de Villalba había una niña llamada Carmen.
Carmen era muy curiosa y valiente pero también un poco cabezota.
Carmen era muy curiosa y valiente pero también un poco cabezota.
Hacía nada
más una semana que llegaron los nuevos vecinos, ella estaba súper
contenta, ya que deseaba que viniera otra niña con la que jugar y
pasárselo bien .Se asomó por la ventana y allí vio al camión de
mudanzas y a los nuevos vecinos, era un matrimonio muy alto y
desgarbado, los dos con cara pálida y pelo negro, eran muy extraños.
No vio a ningún niño, cosa que le entristeció un poco.
Al día
siguiente por la mañana se fue a comprar el pan, por el camino ojeó
la casa y le pareció ver a una niña con camisón en la buhardilla
detrás del cristal de uno de los ventanales, así que no se lo pensó
dos veces y fue a tocar a la puerta, tardaron bastante en abrirle.
Cuando estuvo a punto de irse, abrió la puerta una señora que
vestía un delantal blanco y un vestido negro .Carmen supuso que era
la chica que se encargaba de limpiar la casa y le preguntó si aquí
vivía algún niño nuevo y la señora con esa voz tan grave que
tenía le respondió ¡NO!Y no molestes. Y cerró de un portazo. En
su casa no paraba de darle vueltas a lo que había pasado. Entonces
tuvo una idea, en la ventana de su buhardilla había una rama muy
extensa que llegaba hasta el segundo piso de la otra casa, así que
abrió la ventana subió a la rama y empezó a escalarla sin mirar a
bajo, tuvo suerte de que la ventana estaba abierta y consiguió
colarse en la casa. Ella tenía mucho miedo pero no podía quedarse
tan tranquila como si no hubiese pasado nada ¿Y si tenían
secuestrada a una niña? Corriendo subió las escaleras y abrió la
puerta de la buhardilla. Estaba oscuro, solo recuerdo una mano
cogiéndola del brazo y diciéndole al oído “te estaba esperando”.
Mireia
González 6ºV